martes, 15 de septiembre de 2015

NINGUNA TRADICIÓN POR MUY ARRIESGADA QUE ESTE, JUSTIFICA EL MALTRATO DE LOS ANIMALES



No es buenísmo, no se equivoque, lo que me empuja a escribir este post. Es sencillamente que creo que la evolución del individuo debe de verdad, aportar un mejor comportamiento a favor de todo ser viviente. Pero ver lo que he visto con el despreciable comportamiento de las gentes en la tradición en el "toro de la vega" es volver en el tiempo hacia atrás, y lo que es peor, amparándose en una justificación legal por parte de ayuntamientos y comunidades autónomas e incluso por el gobierno de la nación.

Recomiendo un ejercicio de empatía para que se pongan en lugar del ser vivo al que se maltrata (el toro) y si, ya se que un animal no puede pensar como un ser humano, por que no tienen nuestra racionalidad, pero tienen cerebro, sus propias emociones, entre ellas el miedo y ahora hagan el esfuerzo de pensar el miedo que debe de pasar el animal sacado de su hábitat y expuesto a la irracionalidad de los animales racionales, que se creen superiores a todo lo que vive y sumen su estado emocional al ser además lanceado por unos patéticos guerreros que miden su estafa de hombría en el hecho de atreverse a poner delante del toro para lancearlo hasta su muerte. ¿De verdad que uno es más hombre  o mujer por ello?, de verdad que una tradición medieval se tiene que sostener en el siglo XXI en función de una diversión totalmente irracional para solaz de unos asistentes que no quiero calificar porque ya se califican ellos mismos con su comportamiento.

Y por cierto lo siento por mi admirado y respetado Carlos Herrera, me parece, salvando las distancias con las corridas de toros, que esto también es valido para ellas. Confieso que cuando era joven también me gustaba su plasticidad pero he evolucionado y ya no lo veo igual. Ni siquiera pensando en que su consecuencia puede ocasionar que el toro de lidia desaparezca. Ni siquiera el sostenimiento como negocio que crea puestos de trabajo me sirve de excusa para justificarlo hoy, en 2015.

Para evitar malos entendidos que me confundan con el conjunto de falsos buenos que pueblan hoy nuestra sociedad de "onges",  diré que jamás entraré, como intentan hacer otros, en justificar lo que se hacia en tiempos pretéritos cuando se creaban las sangrías que hacían los romanos en su época o cuando se conquistaban países entrando a saco. Sencillamente eran otros tiempos y la evolución se encontraba en otro estadio más atrasado y no creo que hoy podamos establecer criticas al respecto. Sencillamente aprendamos y evolucionemos.

Por cierto, también salvando la distancia entre reivindicaciones, puedo aplicar esto a los auténticos salvajes que abandonan a sus animales de compañía, que esta cínica sociedad trata de desmerecer cambiando el nombre de animal de compañía (ser vivo) por el más socialmente correcto de "mascota" (juguete de usar y tirar para muchos de los que se dicen civilizados). A estos también les recomiendo aprender lo que es empatía con los seres vivos. ¡Ellos nunca te abandonarían!!

Y aunque sin ningún propósito de comparar (por dios no), todo este ejercicio de empatía sirve para aplicarlo a las mujeres que están siendo maltratadas hoy. También para el abuso y maltrato de niños. Para la trata de cualquier ser humano. Y no quiero pararme a profundizar, porque se me ponen los pelos de punta, sobre lo que estamos haciendo con nuestros mayores (hay mucha clase de maltrato y el abandono emocional lo es, y de los peores).

Y como no voy a reivindicar soluciones para las personas que están huyendo de un país en guerra y viniendo a nuestro falso invento de país europeo, civilizado, impregnado por un buenísmo nauseabundo que en vez de reunirse seriamente y tratar los problemas que sin duda van a ocasionar estos emigrantes, se pasan su caro tiempo en comisión (como les encantar reunirse), para no llegar nunca a nada, sobre todo para lograr que el pueblo llano y bueno-malo no los critique por inútiles.

Reivindico desde YA!, que realicemos un ejercicio de empatía y que lo apliquemos en respetar el derecho de todo ser vivo a no ser maltratado bajo ninguna forma conocida y también que desconozcamos. Ejerzamos de una vez por todas de lo que presumimos, de “ser los seres vivos más inteligentes” y con mayor razonabilidad de la tierra conocida. Por favor ¡empecemos desde ya!.